LOLA

DESCANSA EN PAZ, LOLA...

Hubiera preferido

que me faltaras tú

allá, en lo misterioso,

no aquí, en lo conocido.

Haberme muerto antes

para sentir tu ausencia

en los aires difíciles.

Tú,

por los verdes jardines…--

Me cuesta mucho escribir estas palabras. No he dejado de llorarte y me cuesta tanto respirar… Ya no podemos hacer nada más que darte un homenaje, Lola. Nos dejas hundidos, pequeña, no por esperadas, las partidas duelen menos.

Nos hubiera gustado que tuvieras un final distinto, que hubieras muerto en paz, tranquila y descansando. Perdónanos por no haber estado contigo en tus últimos momentos. Perdónanos por no haber podido evitar lo sucedido. Perdónanos, Lola, no supimos cómo hacerlo.

Queremos recordarte moviendo el rabo cuando nos veíais, corriendo hacia nosotros cuando te llamábamos, dándonos con la pata para que te acariciáramos, relamiendo la cuchara de servir las latitas… Eras feliz con muy poco y disfrutabas con nuestra compañía. Créenos, Lolita, que nosotros también disfrutábamos estando a tu lado.

Eras pureza y amor. Eras muy especial para mí, “mi Lolita”, una abuela entrañable, muy tierna, buena con todos, de cualquier clase o color. La vida no te ha tratado a ti con la misma dulzura… Lo sentimos tanto, Lola…

Se me quedan cortas las palabras, ya no sé cómo expresar lo mucho que te he querido y el dolor tan inmenso que siento ahora mismo… Escribo yo, Camino, pero en nombre de todos los que hemos tenido la inmensa suerte de conocerte, estamos todos vacíos sin ti.

Te queremos muchísimo, gordita. Estamos muy tristes, nos faltas tú... Cuida de nosotros, por favor, mándanos fuerzas para seguir adelante. Allá donde vas no hay dolor, no hay sufrimiento, puedes volver a correr como cuando eras joven…

Espéranos, volveremos a estar juntos en el puente del arco iris.